Sombras de la noche me acosan y persiguen cuando la luz se esconde y duerme el día.
Llegan acompañadas de miedos y fantasmas que se hacen fuertes en el ocaso del día.
Me ahogan cual arenas movedizas y busco desesperada un rayo de luz al que aferrarme.
Ahuyenta finalmente el alba las tinieblas que me mortifican, desaparecen miedos y fantasmas, nacen nuevas esperanzas